Contigo, pero sin ti

El helado se derretía esperando que probaramos un bocado, pero lo único que podía hacer era mirar por la gran ventana que nos separaba de la calle. El jugo que pedimos pasaba espeso y con dificultad por mi garganta anudada por la angustia. Era un día decisivo... escuché tu historia de traición con los ojos llorosos y sin poder mirarte a la cara, sólo pensar que la besaste como a mí me producía asco, cómo creer que no te acostaste con ella? Me sentí tonta cuando me dijiste eso, pero no me quedaba otra que pensar que era verdad, quería creerte, necesitaba creerte. Dijiste que no querías perderme, que era importante en tu vida y que querías renacer conmigo, pero tengo que pensar que dices la verdad? Cómo lo logro si lo único que hiciste antes fue mentir? Finalmente dije que tendrías otra oportunidad, sin convicción, pero necesito saber si lo nuestro es amor, mejor dicho, tengo la esperanza de que así sea. Pero hoy tengo miedo, miedo a no poder creer más en ti. Un día te di las gracias p...