agosto 08, 2007

Entre líneas

Era el día de tu cumpleaños y tenía que viajar a Iquique para estar contigo, lo más rápido y seguro era el avión de las 8 de la mañana, a pesar que sólo alcanzaría a dormir 2 horas, pero eres tan importante para mí que decidí hacer el esfuerzo. El aeropuerto estaba vacío, nadie viaja un día miércoles tan temprano. La gente me miraba algo extrañada, seguramente mi cara de sueño no pasó desapercibida. Llegó la hora de subir al avión.
La persona que se sentó a mi lado tenía un halo extraño, sentía que me miraba y su rostro era pálido como el papel, era casi angelical, pero con el entrecejo fruncido me dio más miedo que tranquilidad. Hace tiempo no sentía ese escalofrío corriendo por mi cuerpo. “Podrías haber sido feliz” me dijo, y se cambió de asiento. Otro escalofrío recorrió mi espalda, es sólo una tontería pensé y esperé el despegue de la nave. Una vez en el cielo las palabras de ese extraño personaje aún rondaban mis oídos, aunque traté de no darle importancia.
Traté de hechar una mirada por la ventanilla, pero el vértigo que sufro desde niña hizo que volviera la cabeza al interior del avión. Para distraerme revisé mi bolso y encontré una foto tuya, que me hizo volver a mis asuntos, iba viajando a verte a ti, por fin, después de casi 1 mes volveríamos a estar juntos, y eso cambia cualquier tontera que me hayan dicho, después de todo ese sería mi regalo de cumpleaños. El día del reencuentro se acercaba y mi corazón cada vez latía con más fuerza, sólo dos horas y treinta minutos me separaban de ti. No pensé que algo pudiera salir mal, estaba todo muy bien planeado, pero no sabía que el destino no quería lo mismo.
La noche anterior había tenido que terminar un informe para la oficina y pude dormir recién a las 4 de la mañana, 2 horas de sueño inquieto y luego a la ducha, para poder llegar al aeropuerto a tiempo y tomar el avión que me llevaría hasta a ti.
El mundo no importaba en este momento, sólo quería que aterrizáramos para poder correr a tus brazos, como lo hacía en ese sueño recurrente que era mi compañía por las noches. Lo que siento por ti es tan grande que no imagino no tenerte. He construido un universo paralelo que nos tiene a nosotros como único centro y es tan lindo! que ya quiero que sea realidad.
La primera hora de viaje había transcurrido mientras pensaba en ti, hasta que el anciano pálido se acercó nuevamente a mí, no me había dado cuenta, sólo me percaté de su presencia al sentir que me miraba fijo. De un sobresalto salí de mis elucubraciones y le pregunté que quería. “Te habría ido tan bien en la vida”, fue todo lo que dijo y volvió a su asiento detrás del mío. Tuve que darme vuelta para preguntarle, de una vez por toda que significaba esas cosas que me decía. Mientras le preguntaba vi que junto a su asiento había una biblia que se notaba había sido varias veces leída y releída… se quedó en silencio y volteó sus ojos hueros sobre mi cara. La impresión de ver su cara blanca y sus ojos vacíos mirando a la nada casi hizo que cayera del asiento. La segunda hora había pasado y mi viaje estaba a punto de terminar, ese viejo me ponía nerviosa y lo único que quería era llegar a Iquique…
De repente una turbulencia hizo que despertara de mi somnolencia, al instante vino otra y se sintió un ruido ensordecedor, la voz del piloto salió por el altavoz e invitaba a la calma. Pero desde ese instante todo fue caos. El avión empezó a perder altura y ya no podía distinguir nada, sólo vi al pasajero de atrás rezando envuelto en una luz enceguecedora mirándome fijamente a los ojos.
Te quiero! Grite, fue lo último que alcancé a decir antes de caer estrepitosamente al mar. Cómo iba a pensar que un viaje de 2 horas y media sería lo último que haría por ti… El día estaba recién empezando y para mí ya todo había terminado. El sol estaba en las alturas y yo ya no pensaba en nada más que en ti…. A ti te avisarían de la tragedia un par de horas después… íbamos a ser tan felices! Pero el destino no quiso que fuera así. La vida es difícil, pero la muerte lo es aún más… Esa noche nos encontramos mirando la luna… tu en tu casa y yo en mi tumba marina… sólo nos unían las lágrimas...

12 comentarios:

Rodolfo N dijo...

Un amor mas allá de la muerte?
O un amor que muere por la muerte?
Que dilema...
Besos

Humberto dijo...

Está extraña esta historia... me acordé de LOST...

Besos sin tiempo

*Mariana* dijo...

rodolfo: el amor muere cuando el olvido se lleva la felicidad... y eso puede ocurrir incluso estando vivos...

humberto: esa es la gracia... poder leer el mensaje entre lineas que lleva solo un destinatario ;)

Carolina dijo...

que triste historia..creo que los amores siempre permanece...

besos gordos

nos seguimos visitando

Gandalf_rojo dijo...

jajajajja un msj de amor en rosado XDDD nice

Sólo Adán dijo...

Te quiero como el Sol a la Luna...Bonito :)

@slz_ dijo...

por mi nadie viajaria. ni siquiera un agente de seguros

Princesa Dariak dijo...

De las eternidades cruzadas, en los caminos de aire, y agua, y cielo màs alla de los lìmites conocidos. La presencia de lo amado exede cualquier frontera. La muerte? Un dormir en sueños.

Bello relato.
Un abrazo de Luz!

Ray Kawabata dijo...

Jojo, una persona que pueda cambiar tu día con una mirada, que te muestre un mundo que no pensabas que era tan lindo, y que por supuesto lo quieras mucho. Bueno, supongo que alcanzando algo como eso no se necesita mucho más en la vida, el resto es voluntad.
Saludos.

Santiago Paz dijo...

El amor no puede ser vencido por la muerte. El amor siempre queda. No es un sentimiento ligero.


Recordé Testamento. Y recordé que a pesar de todo, de la muerte, del dolor que provoca, el amor siempre perdura. Y eso ni la muerte lo mata.


Beijos, querida.



atte:
Paz



P.S: Se nota que has crecido en la escritura. Tus letras pesan.

mixtu dijo...

intenso
amor verdadeiro
interessante, tu...

abrazo desde el sur del chile

O Profeta dijo...

Tem um especial encanto o teu espaço...


Beijinho