octubre 11, 2007

El despido

Abrigo largo para minimizar el frío del invierno iba caminando por la calle más transitada de la ciudad, sin rumbo fijo, mirando las gotas que caían cada vez más rápido dobló por la primera esquina y se sentó bajo un cobertizo para descansar un rato. Pensaba en todo lo que se venía la semana siguiente, tendría que hipotecar la casa porque el dinero estaba escaso, cómo decirle a su mujer con 3 niños que lo habían despedido porque un jóven haría su trabajo por la mitad del dinero... simplemente no podía, el orgullo que le quedaba lo obligaba a salir cada mañana de su casa rumbo a un trabajo que no existía, pero ya llevaba una semana haciéndolo y la situación ya no era sostenible. Pero por más que intentaba encontrar una forma de decirlo en su hogar no era capaz de desilusionar a sus hijos.
Decidió seguir su camino hacia ningún lugar porque el viento chocaba la lluvia contra su rostro, como recordándole que estaba en la calle y no en su oficina. Con las pocas monedas que le iban quedando compró el periódico y empezó a revisar la sección de avisos para buscar nuevo trabajo, pero el agua golpeaba contra las hojas del diario y se hacían borrosas e ilegibles. Tiró el papel a la basura y entró en una pequeña cafetería donde sólo pidió un café negro. La cabeza le daba vueltas y sentía que el pecho se le apretaba. Las preocupaciones lo agobiaban y sentía que se caía, y así fue... cayó estrepitosamente al suelo del local y quedó ahí tirado, parecía muerto.
Al depsertar en el hospital de la ciudad su mujer lo acompañaba al lado de la cama acariciando su cabeza. El corazón le había fallado, hace tiempo debía ir a un especialista pero luego que perdió el trabajo de lo que menos se preocupó fue de su salud. Se enteró que lo habían despedido del trabajo porque se hizo la noche y su marido no llegaba, así que llamó a la compañía y le informaron del despido. Ella lloró, pero al recibir la llamada del hospital se le olvidó la pena y corrió a ver a su compañero de años.
Ahora lo miró a los ojos y le dijo que juntos saldrían de eso, que lo único que le importaba era que no la dejara sola, que juntos podrían superar cualquier obstáculo, pero juntos, no escondiendo los problemas y menos perjudicando su salud por tratar de salir adelante solo. Después de todo por eso eran una familia, porque habían prometido apoyarse el uno al otro y estar juntos hasta el final....

6 comentarios:

Anónimo dijo...

despues estuvo todo bien?
realmente es muy dificil saber si todo estuvo bien, cierto?
tal ves pueda decir que esa es la realidad de muchas familias chilenas?
pero a quien le importa saber que sucede en el seno de la familia chilena, al parecer a ti no mas xD

chao

Rodolfo N dijo...

Hermosa esperanza de una familia con amor, frente a la frialdad de un mundo que olvida y condena a la misería a tanta gente.
Besos

Anónimo dijo...

hola
notaba algo raro en tu nick y era que lo cambiaste, antes solias poner mona si no me equivoco, cierto?
sabia que habia algo diferente pero no sabia que
hasta que logre darme cuenta, fue un arduo trabajo XD

chao

Santiago Paz dijo...

Me gustó mucho la foto. ¿Es de Cartier-Bresson?

El texto, me gustó mucho.


Beijos.


atte:
Paz

Macarena dijo...

Las esperanzas son dolorosas y a la vez son entregan alivio... ¿La familia? ¿A quién le importa? Mmm...

Saludos

Saludos y abrazos... Disculpa la demora

CHAMAN dijo...

ME GUSTA TU SANA LOCURA

BESOS