agosto 14, 2006

ayer... hoi i siempre....


Aun faltaba media hora para q el reloj marcara la hora que habiamos fijado para encontrarnos y yo ya me encontraba en los alrededores de la placita que habíamos elegido como nuestro lugar de encuentro, y estaba demasiado nerviosa, ansiosa y casi al borde de la desesperación, mirando mi muñeca a cada instante para ver como avanzaban los minutos, uno a uno, pesadamente, sin ninguna prisa. Es que era nuestra primera cita! no podía creer que hubiese llegado tan temprano al lugar, pero así era, ahí estaba yo con un lindo vestido de verano y paseandome de un lado a otro, pero por ningún motivo me acercaba al lugar del encuentro, cerca pero no tanto, una mujer puede ser puntual,pero nunca llegar primero a la cita, por que? no se! sólo por invenciones de alguien, las que alguna vez escuché y decidí creer y ponerlas en práctica. Así que sólo después de haber recorrido todo los alrededores de la plaza durante 30 minutos me acerqué a la piletita dond nos juntaríamos y cuando iba llegando al lugar ahí estaba él con una linda rosa amarilla en su mano, me acerqué rápidamente y lo saludé al mismo tiempo que le preguntaba: "llegaste hace mucho rato?" simplemente me sonrío y dijo que sólo un par de minutos atrás. Tiernamente lo abracé y comenzamos a caminar, hablamos de los acontecimientos del día, de nuestras familias, de la vida y del mundo entero, así se fue la tarde y decidimos ir a tomar helados a un lugar cercano, continuó todo muy normal, pero yo sentía ese cosquilleo en el estómago que es tan rico, porque sabes que la otra persona realmente te importa; pero a la vez tan desagradable, porque te pones nerviosa y no sabes bien como actuar. Yo sentía algo de nerviosismo en sus palabras pero yo a su lado sólo sentía seguridad y ganas de no abandonarlo jamás, era la primera cita y hasta el momento todo estaba resultando fantástico.
Cuando ya caía la noxe me propuso ir a tomar algo a algun pub del sector, a lo que accedí sin reparos, despuñes de todo quería estar con él el mayor tiempo que fuera posible, si eso era para siempre muxo mejor!
muy abrazados partimos al pub que acordamos y allá seguimos arreglando el mundo durante toda la noxe, hasta que llegó el momento de partir a casa, me tomé fuertemente de su brazo y partimos caminando en dirección al departamento, como todo un caballero él me llevó hasta allá.
Al cerrar la puerta no hice otra cosa que tirarme en el sofá y dar un largo suspiro, "por qué fue eso?" preguntó. -"Sólo porque no quiero que cambies nunca" fue mi respuesta. Me abrazó, me besó, me tomó en sus brazos y nos fuimos a dormir.
Esa noxe había sido magnífica, igual que todas las que todas las citas que antes había tenido con él, después de 3 años juntos aún podía sentir mariposas en mi estómago y ver sus ojitos brillando a cada momento cuando estábamos juntos. Pero esta noxe era diferente, era nuestra primera cita, sí la primera después de habernos casado la semana anterior y fue todo tal como antes, nada había cambiado, sólo que ahora existía más amor entre nosotros y nada podría cambiar eso. El día que dejáramos de sentir ese nerviosismo previo tendríamos que volver a reconquistarnos y enamorarnos nuevamente porque sin esas cosquillas el amor comenzaba a morir. Eso lo teníamos muy ckaro, y esa noxe quedaba demostrado que entre nosostros aún existía amor y que la magia duraría muxo tiempo más

1 comentario:

Anónimo dijo...

nooooooooo
q linda es la historia
yo lloro mil mil
yo tb kiero
sisisi
snif too el ratu...
yap esu no mas...
voi a seguir leyendo...

tkm mono xico!!!